Romeo + Julieta

Ayer vino Carolina a cenar y en un momento de cursilería decidimos ver Romeo + Julieta. En VHS. Hacía bastante tiempo que no utilizaba el aparato de vídeo, desde que me dio por rememorar El Rey León hace un par de años, creo. Me hizo gracia ver las rallitas en la pantalla y oír las clásicas subidas y bajadas del sonido en aquellos fragmentos que solía rebobinar.

Decidimos no pasar los anuncios del principio y nos sorprendió ver (a parte del tráiler de The Wonders) como en un abrir y cerrar de ojos hemos pasado del "próximamente en vídeo" al "próximamente en DVD y Blue Ray". Qué pena, a veces da miedo la rapidez con que algo queda obsoleto. Según un obituario de la revista Variety, "el formato de vídeo VHS ha muerto de soledad a los 30 años". En realidad la película también me dio a pensar sobre el tema de la evolución tecnológica en otro sentido.



Supongo que conoceréis la adaptación del clásico de Shakespeare que hizo Baz Luhrmann por allá en los noventa y que algunos han calificado de "insufrible". Pues a medida que pasaban los minutos me di cuenta que una versión ambientada en la actualidad habría resultado completamente diferente. Como jóvenes miembros de las dos familias más poderosas de Verona, los chicos Montesco y los Capulleto dispondrían de lujosos dispositivos para comunicarse entre ellos. No me puedo imaginar a Benvolio Montesco utilizando una oxidada cabina telefónica para localizar a Romeo. "He llamado a la casa de tu padre y no estabas" le dice minutos después.

Todo habría sido tan fácil... Una simple llamada de móvil al 061 es lo que habría bastado para salvar a Mercuccio del corte provocado por Tebaldo. Y las largas esperas de Julieta se resolverían con un SMS de su amado: "llegare tarde" o "lo siento. He matado a tu primo. Si no quieres volver a verme lo entenderé."

El destierro de Romeo en Mantua habría sido mucho más ameno sin tener que esperar la llegada de sus colegas para saber qué se cuece en las playas de Verona: un portátil, módem usb y todos contentos. También resulta obvio que el moderno Fray Lorenzo, con sus camisas floreadas, no utilizaría el correo urgente para notificarle los planes de Julieta cuando existen los e-mail o los mensajes privados de Facebook.

El artífice de esta adaptación tuvo suerte al inspirarse en 1996 en lugar de una década después. Aunque a mi se me han ocurrido un par de cosas que podrían quedar bien. Por ejemplo, el enamoradizo y despistado Romeo se olvida la Blackberry en el asiento del coche y Fray Lorenzo no puede ponerse en contacto con él debido a la escasa cobertura que hay en Mantua. O puede que el móvil de Romeo se estropease al caer a la piscina des del balcón de Julieta.